CELIA Y MAELO: EL ROMANCE DE LOS REYES

Disco "Tributo a Ismael Rivera" (1992)



Por: Juana Peña


Corría el año 1958, cuando Celia visitó Puerto Rico junto a La Sonora Matancera, orquesta que en aquellos tiempos, grababa con el sello musical neoyorquino SEECO, la misma disquera que recientemente había grabado el disco ‘Baile Con Cortijo Y Su Combo’ de Rafael Cortijo (1958).

El sello Seeco Records había preparado en ‘La Isla Del Encanto’ una gira, algo así como un mano a mano entre ambas orquestas, la agrupación internacional invitada y su contraparte boricua, la nacional Cortijo y Su Combo.

El duelo entre las populares agrupaciones, propició otro encuentro de índole más personal, cuando Celia Cruz e Ismael Rivera descubrieron una profunda afinidad entre ellos. Celia y Maelo tenían personalidades similares en el escenario, ambos compartían su amor por la música, además de una gran sensibilidad.

Los dos arriba del escenario y frente a las cámaras de televisión se mostraban muy alegres, pero fuera del escenario, cuando los reflectores se apagaban, Celia encontraba sus limitaciones, las cuáles eran muy marcadas dentro de su personalidad.

Celia era una dama, mientras que Ismael era un mujeriego y no tomaba casi nada en serio, salvo su familia y la música. Pero como los polos opuestos se atraen, precisamente esas diferencias de personalidad, generaron gran atracción entre ambos cantantes apenas se conocieron.

Durante esa gira, Celia y Maelo compartieron mucho, él siempre se mostró atento (más de la cuenta) con la cantante cubana. Según Sammy Ayala, era muy evidente la química entre ambos y esto lo notaron varios músicos que fueron testigos de situaciones de marcada cercanía y afinidad.

Para entonces Ismael llevaba separado tres años de Virginia Fuentes, su única esposa legal, con la que tenía dos hijos, Margarita de 6 años e Ismaelito de 4, y aunque Maelo era un padre responsable y amoroso, el éxito de su carrera afectó considerablemente su vida de pareja.

Por su parte, Celia, estaba soltera, por lo que pensar en un romance entre ambos artistas no era descabellado. Finalizada la gira, un día antes de que La Sonora Matancera regresara a Cuba, Ismael invitó a Celia a un almuerzo en casa de su madre, Doña Margarita Rivera. Pero las cosas no salieron como Maelo esperaba, pues fue precisamente Doña Margó quién enfrió la situación entre ambos. Ese día, durante una conversación con Celia, la madre del sonero le aconsejó a ésta no ilusionarse con su hijo, porque él no le convenía por su estilo de vida. Doña Margó se sinceró con Celia, Ismael era fiestero y mujeriego, muy distinto a lo que ella se imagina (o él le había hecho creer para conquistarla), alegó: “Se ve que tú eres una muchacha seria, Ismael a ti no te conviene, él es un hombre de la calle”.

Al día siguiente, La Matancera volvió a Cuba y aunque la comunicación entre ambos cantantes continuó por medio de cartas y postales que Celia incluso le enviaba a la que pudo ser su suegra, el romance terminó por enfriarse un año después cuando Ismael conoció a Gladiola Serrano.

Algunos años después, en 1962, Ismael Rivera cayó preso, para entonces ya vivía con Gladys y ambos tenían un hijo (Carlitos Rivera); por su parte, Celia, se casó con el amor de su vida, Don Pedro Knight (trompetista de la Sonora Matancera) y continuó con sus proyectos musicales.

Once años después, ambos cantantes, con sus vidas ya resueltas y caminos trazados, volvieron a coincidir en un mismo escenario, esta vez para interpretar juntos la canción ‘Cúcala’ acompañados de Fania All-Stars, el único tema cantado a dúo por ambas estrellas de la salsa.

De este romance fugaz la prensa nunca habló, pues Maelo solicitó a los testigos guardar silencio mientras Celia y Pedro estuviesen vivos, ya que respetaba a la cantante y temía que la prensa hiciera mella inventando una infidelidad, dada la larga relación entre Celia y Pedro.

Situación por la que tampoco se incluyó detalles de este romance en la biografía autorizada de Celia porque ella no lo autorizó por consideración y respeto a su esposo y porque también estimaba mucho a Ismael y su Familia.

En 1987, cuando Maelo murió, Celia envió un arreglo floral a Doña Margó y se excusó por no poder asistir al funeral por estar de gira en México, sin embargo, al año siguiente, Celia viajó a Puerto Rico para visitar la tumba de Ismael y estuvo en el tributo que le hicieron en la décima edición de El Día de la Salsa que organiza la radio La Z de Puerto Rico.

En 1992, en un acto que muy pocos entendieron y pasó desapercibido para la prensa, mientras Fania estaba en decadencia, Celia no tuvo mejor idea que despedirse de la compañía con un disco en homenaje a Ismael Rivera con el que selló para siempre su amistad con El Sonero Mayor.




Fuente: Sammy Ayala, Margarita Rivera. Consulta: ‘La Reina Es La Rumba’ Juan Moreno Velázquez y The People’s Poet: Life and Myth of Ismael Rivera, an Afro-Caribbean Icon de Rosa Elena Carrasquillo. Journalist Juan Moreno Velázquez also recalled Ismael and Celia’s affair. Jaime Torres, ‘Escrita su historia’, El Nuevo Día, May 9, 2007. Celia Cruz with Ana Cristina Reymundo, Celia: My Life, An Autobiography. New York: Harper Collins Publishers Inc., 2004, Londoño López, “El Sonero Mayor, Ismael Rivera, en palabras de su madre”

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