SÓLO UN REY TIENE EL TIMBAL


Disco "Pa' Lante Straight" (1970)


Por: José Ortiz Charriez

Saludos desde Puerto Rico a todos los habitantes del planeta Salsa! Agradezco esta oportunidad de poder compartir con tanta gente hermosa… definitivamente soy más que bendecido por eso. Quiero presentar este primer artículo con un doble propósito, primero, que sirva a modo de breve presentación, segundo y más importante, presentar porqué, en mi humilde opinión, Tito Puente fue y sigue siendo el Rey del Timbal. Es muy común en nuestro planeta Salsa comparar intérpretes y compositores, con el fin de dilucidar quién canta más, cuál arreglo es más impresionante, quién toca mejor, cuál compositor ha sido el mejor. En ese sentido el timbal no escapa a este tipo de debate y a lo largo de los años muchos han venido a reclamar el título de rey del timbal. En este artículo pretendo demostrar que el Rey del Timbal es mucho más que una referencia a la ejecución del instrumento y abarca mucho más, conozcamos parte del legado histórico y único que Tito Puente nos dejó.

Para el verano del año 1971, yo contaba con 6 años y felizmente corría bicicleta por las calles de mi pueblo de Cayey (Puerto Rico). De pronto noté la figura de mi padre acercarse y decirme: “dice tu “mai”, que sigas “pa’casa” que vamos a salir”, esas palabras troncharon inmediatamente mi feliz recorrido ¿salir para dónde?, ¿por qué tiene que ser ahora?, ¿qué puede ser más importante que correr bicicleta? Pero tan rápido como surgieron las preguntas surgió en mi mente un único pensamiento: cuando mami habla no es necesario analizar, preguntar o discutir, la única alternativa inteligente es obedecer (no sé a cuántos les pasaba lo mismo), así que con mucho enojo obedecí.

Al llegar a casa me bañé, cenamos y luego salimos, llegamos al lugar, estacionamos el auto, nos dirigimos a la boletería, yo estaba asombrado por la gran cantidad de gente que había, ¿que estará pasando?”, pensé mientras mi curiosidad de niño iba despertando aunque continuaba molesto, entramos y tomamos nuestros asientos, poco a poco la curiosidad comenzaba a conquistar el enojo.

De pronto todas las luces se apagaron, oscuridad total, mi nivel de curiosidad se elevó aún más y de repente se escucharon los primeros acordes y ritmos de un tema impresionante, la banda continuaba tocando acompañando un repetitivo coro que decía:

“ vamos rumbero que la rumba ya va a empezar” todo continuaba en oscuridad lo que lograba que el sentido auditivo se agudizara totalmente. Yo estaba impresionado, mi mente de niño había sido tomada por asalto por una sonoridad única, pasión, fuerza, melodía, rumba, cadencia, majestuosidad, virtuosismo, en fin una explosión de sonidos tan exquisita y rica que parecería que no se podía superar.

De pronto, en medio de la oscuridad una voz anunció: “Señoras y señores ante ustedes el Rey del Timbal, Titoooooooo Pueeeeennnteeeee!!! El público se desbordó en aplausos, se encendió una única luz que iluminó a este hombre impecablemente vestido de blanco de pies a cabeza quien saludo cortésmente al público y se dirigió al centro del escenario donde la luz, que continuaba persiguiéndolo, reveló la presencia de tres timbales. Entonces sucedió lo que parecía imposible, con el repique de los timbales (mientras todo permanecía en oscuridad) el Maestro Puente catapultó toda la orquesta hacia un nivel de interpretación mucho más impresionante que cuando comenzaron, mientras se iba desarrollando el solo se encendieron todas las luces y a la misma vez se encendieron en mi sentimientos que marcarían y definirían, sin saber, lo que sería mi vida de adulto. La interrupción de mi paseo en bicicleta para ir al concierto del “Rey del Timbal” cambió completamente mi vida de niño; luego de ese día ni bicicleta, ni juegos, ni deportes, solo música, salsa, rumba y tambores, hasta hoy.

¿Quién fue ese Maestro que trastocó mi vida a través de su música? Ernest Anthony Puente nació un 20 de abril de 1934 en lo que se conoce como el Spanish Harlem de la ciudad de Nueva York. En sus comienzos participó de varias orquestas conocidas de la época pero no es hasta que funda la suya que comienza a despuntar, no tan solo como instrumentista sino como arreglista, productor y director de orquesta. Quiero destacar aquí la primera razón por la cual Puente es el de Rey del Timbal: su ejecución en el timbal lo convierte en uno de los primeros solistas de instrumentos de percusión en destacarse y ser reconocido dentro de la música a nivel mundial, no solo por su técnica sumamente depurada, sino también por su coordinación e independencia en la ejecución del instrumento. En una época (1950-1960) donde los percusionistas eran vistos como analfabetos musicales solamente capaces de mantener el ritmo, sin ningún conocimiento teórico de la música, Puente viene a ser uno de los primeros percusionistas en la música popular que se presenta con una Maestría en Percusión del Juilliard College of Music de Nueva York, allí aprendió sobre arreglos y conducción de orquestas en adición a estudiar la ejecución de instrumentos de la orquesta clásica como la marimba, el tímpani y el vibráfono, entre otros, instrumentos que introduciría dentro de la música latina y del latin jazz, género que también cultivó.

Como arreglista y productor musical fue muy exitoso y se destacó no solo en sus proyectos sino en los de otros grandes artistas de la época, aún al día de hoy muy pocos percusionistas se destacan como arreglistas. Como director de orquesta, Puente se desarrolla en una época donde, siguiendo la costumbre de las bandas militares, se acostumbraba que la percusión estuviera en la parte de atrás mientras todos los instrumentos de viento iban al frente. Al convertirse en director se da cuenta que le resultaba difícil dirigir desde la parte de atrás y trae la sección de ritmo al frente de la orquesta, esa formación es la que todavía se utiliza al día de hoy en las orquestas de salsa. Pero no tan solo logra esa valiosa aportación, en ese momento el timbal solía tocarse sentado, como en la batería, y eso todavía le impedía tener visibilidad de la banda para dirigirla y cambia la posición de ejecutar el timbal de estar sentado a hacerlo de pie, postura que al día de hoy es la predominante en la ejecución del instrumento.

Finalmente la aportación del maestro trasciende la aspecto musical y penetra hasta los aspectos sociales siendo uno de los latinos que más se destacó en una época donde el racismo y el prejuicio abundaba, Puente siempre se encargó de recordarnos que podíamos crecer, que se podía triunfar sin dejar de ser latinos y por eso constantemente nos recordaba cuál era nuestra música, nuestra herencia. El Rey del Timbal fue grande porque vivió dándonos esperanza e inspiración que trascendía más allá del campo musical motivando e invitando a todos los latinos a que siguiéramos esforzándonos por un futuro mejor.

El nombre del REY va dirigido al arreglista, compositor, director de orquesta, productor, líder social, y modelo a seguir, el apellido TIMBAL es por el instrumento que con amor y respeto puso al frente de la orquesta y lo levantó ejecutándolo con una virtuosidad que aúun hoy sigue sirviéndonos de modelo a todos los fanáticos y estudiantes del fascinante mundo de la percusión. No en balde el gran compositor panameño Rubén Blades compuso una pieza que da título al álbum grabado por Puente en 1976 “La Leyenda”, que dice como parte de la letra: “La verdad cuando es verdad no se puede cambiar, no se puede negar…y nos dice la leyenda, solo un rey tiene el timbal”.

El Maestro falleció el 6 de junio del año 2000, en su velatorio Felipe Luciano (destacada personalidad de la radio en New York) hizo la siguiente pregunta, ¿estaremos los latinos dispuestos a mostrar cada día en nuestras vidas y profesiones, el mismo nivel de excelencia que demostró Tito Puente? La pregunta nos confronta a todos, la respuesta es individual. Los quiero, un abrazo!

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