THE GOOD, THE BAD AND THE UGLY (1975)



Corría el año de 1974 y las estrellas de Fania con Yomo Toro y Héctor Lavoe, en pleno apogeo de la salsa, se encontraban de gira en Zaire, África.

Willie Colón por su parte, no logró vacunarse contra la fiebre amarilla (requisito indispensable para viajar) esto debido a su terror a las agujas y la reacción que la vacuna pudiera hacer en él, así que se quedó en New York trabajando en su siguiente proyecto musical.

Para entonces, Fania era la fuerza dominante en la música latina, por ello el departamento de arte de la disquera compuesto por Izzy Sanabria, Ron Levine y Lee Marshall tenía la responsabilidad de traducir a la forma visual el talento musical plasmado en cada álbum producido por el sello. Por esa razón, se le asignó a Ron Levine el diseño de la siguiente producción de Willie Colón al que llamaron "The Good, The Bad, The Ugly".

La temática del nuevo disco de Colón estaba inspirada en la película italiana de vaqueros de 1966 que llevaba el mismo título, y cuya trama narra las pericias de tres pistoleros que se odian entre sí, pero que deben aliarse para encontrar un botín de 200.000 dólares escondidos en un cementerio local durante la Guerra Civil. La película fue dirigida por Sergio Leone y protagonizada por las estrellas del cine Clint Eastwood (el bueno), Lee Van Cleeff (el malo) y Eli Wallach (el feo).

Flyer de la película "The Good, The Bad and The Ugly" (1966)

Días después, al retornar las Estrellas de Fania de su gira exitosa por África, ya con Héctor Lavoe y Yomo Toro en New York; Ron Lavine y Lee Marshall, para intentar hacer algo inspirado en el nombre del disco, viajaron con Willie Colón (quien representaría en la portada al malo), con Héctor Lavoe (quien sería el feo) y Yomo Toro (que personificaría al bueno) a una finca privada ubicada al norte del estado, que servía como establecimiento penitenciario en la que los reclusos realizaban trabajos forzados. En esta granja había un caballo, una mula y un perro que fueron usados para la ambientación del diseño del álbum.

Según Ron Lavine, este fue un rodaje bastante angustioso, sin embargo fue el mejor y el más divertido de hacer. El día que se realizó la sesión fotográfica, Héctor Lavoe, quien se caracterizaba por ser muy bromista y jocoso, sorpresivamente estaba muy callado y pensativo. Por su parte, Yomo Toro peleaba con el calor y bebía mucha agua para mantenerse hidratado, y tampoco dijo mucho durante la sesión de fotos, al parecer estaba muy asustado por la mula que era bastante salvaje y a la cual le tocó montar casi a la fuerza.

Las fotos elegidas para este álbum fueron cuatro muy curiosas:

La carátula: Donde aparecen Yomo Toro y Héctor Lavoe ambos vestidos como charros mexicanos y Willie Colón, quien aparece vestido de negro con el sombrero y ropa de un vaquero americano.

La contraportada: Que es una foto trabajada con un tono vintage, presenta a los tres músicos con sus sombreros en la espalda amarrados al cuello, montados a caballo, escopeta en mano y alzada para dar la sensación de que van a salir a galopar. 

En el interior del álbum aparecen dos fotos más; en una de ellas se muestra a los tres músicos talentosos vestidos como vaqueros y mirando a la cámara. Mientras que la otra fotografía pertenece a la toma auxiliar que se hizo de la contraportada, y que fue rápidamente descartada debido al perro que se cruzó en la toma.
Contracara de  'The Good, The Bad, The Ugly' (1975)
Interior de  'The Good, The Bad, The Ugly' (1975)
Foto auxiliar descartada de "The Good, The Bad, The Ugly" (1975)
En este material se resaltan tres etapas y hechos importantes en la carrera de Willie Colón: El cierre formal de su primera orquesta con Héctor Lavoe como su cantante principal por ocho exitosos años, el inicio formal de su periodo sinfónico y el lanzamiento de su carrera como solista, sin contar que en esta producción aparece el primer tema grabado por Rubén Blades con la orquesta de Willie Colón que lleva el título de "El Cazanguero", escrito por el mismo Blades, quien por esos días era cantante de Ray Barretto, y que por iniciativa e invitación del mismo Willie Colón (que entendió que por lo específico de la temática de la canción hacía más sentido que Rubén la cantara en lugar de Héctor Lavoe) le puso la voz como presagiando lo que varios años después sería una de las duplas más explosivas y recordadas de la salsa.

2 comentarios:

  1. Interesante toda la información, siempre hay algo nuevo que aprender, y estos datos también son historias de la salsa

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