Por: Juana Peña
A inicios de la década de 1990, Rubén Blades, aunque estaba radicado en los Estados Unidos, se mantenía al tanto de lo que estaba sucediendo en su país de origen e incluso visitaba Panamá dos o tres veces al año. Rubén desde siempre mostró su preocupación por la política y las condiciones sociales de América Latina, reflejando incluso esta temática en sus canciones. Por eso, no generó extrañeza cuando anunció formalmente sus intenciones de incursionar en la política, era incluso hasta inevitable.
En 1993, viajó a Panamá y fundó el Movimiento Papa Egoró, un antipartido político ubicado como un grupo de centroizquierda cuyo nombre, en dialecto emberá, significa ‘Madre Tierra’. Según el mismo Rubén Blades, Papa Egoró no actuaría como un partido tradicional. Prometía la ejecución de varios programas sociales en beneficio de la gente más necesitada, distribución más equitativa de la riqueza, el apoyo a la empresa privada para crear puestos de trabajo, lucha contra las drogas y mayor preocupación por el medio ambiente.
Rubén no se consideraba a sí mismo como un salvador, sin embargo, su carrera de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard le permitía fortalecer la comprensión de los principales problemas de Panamá y sabía que tenía algunas cualidades que le posibilitaban tratar de resolverlos sin esperar milagros. Es así que Rubén se inscribió junto a 8 candidatos para las elecciones presidenciales de Panamá de 1994, los primeros comicios desde la invasión de los Estados Unidos en 1989 y la primera elección libre en 25 años.
La campaña presidencial de Rubén atrajo especialmente a los jóvenes, quienes se sentían identificados con él, pues prometía un verdadero cambio para el país. Las encuestas inclinaban la balanza a favor de Rubén Blades mostrándolo como favorito para ganar las elecciones muy por encima de su competidor más cercano, Ernesto Pérez Balladares. Sin embargo, a medida que se acercaba el día de las elecciones, la candidatura de Rubén pareció desinflarse frente a la campaña millonaria de Pérez Balladares que prometía cerrar el capítulo de Noriega en la historia de Panamá.
Pronto, empezó una suerte de ‘guerra sucia’ en contra de Rubén. Se aducía que Blades no había vivido en Panamá durante los 18 años anteriores y que no estaba enterado de la problemática del país. Se decía que era millonario y no estaba identificado con los más pobres, se le acusaba de ser agente de la CIA, de ser comunista, de querer cambiar la moneda, de estar en la nómina militar, de usar drogas, entre otras injurias generando que muchos panameños se cuestionaran cuán serio o comprometido esta Rubén con la política. Incluso fue desafiado por el candidato rival Balladares a hacerse una prueba de orina para detectar el uso de drogas, Rubén aceptó y el resultado arrojó negativo.
Días antes de las elecciones se realizó un debate público que fue televisado entre cuatro candidatos presidenciales, incluido Rubén Blades. En dicho debate se discutió diversos temas políticos y sociales. Según la prensa, Rubén resultó ganador. Varios analistas políticos de la época consideraron que Rubén fue el único candidato que presentó un discurso de gobierno coherente.
La elección tuvo una de las mayores participaciones en la historia panameña. Los resultados oficiales dicen que de entre siete candidatos, Rubén Blades quedó en tercer lugar con 182,405 votos, resultando ganador Ernesto Pérez Balladares. Rubén fue la sorpresa en los comicios y aunque no ganó, su partido obtuvo seis escaños en la Asamblea Legislativa.
Fuentes y creditos: La Estrella de Panamá. La Prensa Panamá. Entrevistas a Rubén Blades subidas por varios canales de youtube. Rubén Blades Salsa Singer And Social Activist by Bárbara Cruz, Daniel Jiménez, BBC.
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