Disco "Buscando América" (1984) |
Por: Juana Peña
Se cumplen 40 años del asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, quien inspiró a Rubén Blades para escribir su famosa canción ‘El Padre Antonio y Su Monaguillo Andrés’. Les escribí la historia para hoy, en su honor, recordar que ‘Matan al hombre pero no matan a la idea’.
Monseñor Arnulfo Romero fue un sacerdote salvadoreño muy caritativo y entregado a su pueblo. Desde muy niño tuvo un gran deseo de convertirse en clérigo, por eso a los 13 años ingresó al seminario y a los 25 años se ordenó sacerdote.
En la década de los 70, fue muy crítico de la situación política y de las injusticias que se vivían en su país y por eso, deseoso de la pacificación de El Salvador y aprovechando su investidura de Arzobispo de San Salvador (orden otorgada por el Papa Pablo VI en 1977), inició su defensa de los derechos humanos en medio de una naciente sangrienta guerra civil entre movimientos de oposición izquierdista y el gobierno militar de ultra derecha en turno, que duró 12 años y se estima dejó miles de muertos y desaparecidos.
A finales de esa década, época de cargada tensión política en la que hubo asesinatos selectivos de maestros, dirigentes campesinos y sindicales, estudiantes universitarios y represión de manifestaciones públicas, muchos sacerdotes y laicos fueron expulsados del país y otros tantos torturados y asesinados por apoyar a las organizaciones obreras y a las comunidades campesinas.
Este hecho llevó a Arnulfo Romero a enfrentarse abiertamente a la dictadura del General Carlos Humberto Romero y posteriormente a la Junta Revolucionaria de Gobierno a quienes responsabilizó de las muertes; ellos por su parte, para intentar callar a Arnulfo, iniciaron una campaña de desprestigio y calumnia en su contra apoyados por sacerdotes poderosos de El Salvador que estaban a favor del gobierno.
Monseñor Romero recibió numerosos ataques y varias amenazas de muerte, pero aun así continuó condenando y denunciando los violentos ataques contra la Iglesia y los salvadoreños en sus homilías (sermones) en cada misa que oficiaba.
El domingo 23 de marzo de 1980, el Monseñor Romero celebró una misa en la basílica del Sagrado Corazón que se encontraba abarrotada de fieles entre los que había medios internacionales que transmitían la misa por la radio; a pesar de haber recibido recomendaciones de sus allegados de no hacer más denuncias respecto a la coyuntura, Monseñor pronunció estas palabras que fueron su sentencia de muerte:
Este hecho llevó a Arnulfo Romero a enfrentarse abiertamente a la dictadura del General Carlos Humberto Romero y posteriormente a la Junta Revolucionaria de Gobierno a quienes responsabilizó de las muertes; ellos por su parte, para intentar callar a Arnulfo, iniciaron una campaña de desprestigio y calumnia en su contra apoyados por sacerdotes poderosos de El Salvador que estaban a favor del gobierno.
Monseñor Romero recibió numerosos ataques y varias amenazas de muerte, pero aun así continuó condenando y denunciando los violentos ataques contra la Iglesia y los salvadoreños en sus homilías (sermones) en cada misa que oficiaba.
El domingo 23 de marzo de 1980, el Monseñor Romero celebró una misa en la basílica del Sagrado Corazón que se encontraba abarrotada de fieles entre los que había medios internacionales que transmitían la misa por la radio; a pesar de haber recibido recomendaciones de sus allegados de no hacer más denuncias respecto a la coyuntura, Monseñor pronunció estas palabras que fueron su sentencia de muerte:
Al día siguiente, Arnulfo Romero acudió a la capilla del hospital Divina Providencia en la colonia Miramonte de San Salvador (un hospital para enfermos de cáncer terminal) en la que celebraría una misa a las seis de la tarde en honor a una difunta. Mientras el clérigo pronunciaba las que serían sus últimas palabras un Volkswagen Passat se detuvo frente a la entrada de la capilla, y un hombre sentado en la parte de atrás del auto sacó un rifle por la ventana y le disparó en el pecho a la altura del corazón, Monseñor Arnulfo Romero cayó herido de muerte y falleció mientras era atendido.
Magnicidio de Monseñor Arnulfo Romero (Marzo 24, 1980) |
El día de su funeral, 30 de marzo de 1980, miles de personas (casi 200 mil) se avocaron a las calles de la capital para acompañar el féretro de Monseñor Arnulfo Romero. Entre los asistentes iban también varios grupos de izquierda y organizaciones que repudiaban el asesinato del párroco, cuando de pronto se escucharon dos detonaciones y ráfaga de balas que generó el caos entre los asistentes; el saldo: 40 muertos y cientos de heridos.
Tanta fue la conmoción por la muerte de Monseñor Arnulfo Romero y el atentado en sus funerales que se presume que Rubén Blades, el mismo año de los trágicos hechos y conmovido por todo lo ocurrido, escribió la canción ‘El Padre Antonio y su Monaguillo Andrés’ en honor a Monseñor Arnulfo Romero, la misma que luego grabó en 1983 para ‘Buscando América’, su primer disco como solista junto a su banda Los Seis Del Solar, que saldría luego al mercado en 1984 con el respaldo del sello discográfico Elektra.
Con el tiempo se supo que el asesino fue Marino Samayor Acosta, un subsargento de la Guardia Nacional de El Salvador que obedeció órdenes del Mayor Roberto d’Aubuisson, líder de los escuadrones de la muerte y del partido político Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
En 2015 se realizó la ceremonia de beatificación de Arnulfo Romero y 2018 fue canonizado; desde entonces es considerado un santo, el primero de El Salvador.
Con el tiempo se supo que el asesino fue Marino Samayor Acosta, un subsargento de la Guardia Nacional de El Salvador que obedeció órdenes del Mayor Roberto d’Aubuisson, líder de los escuadrones de la muerte y del partido político Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
En 2015 se realizó la ceremonia de beatificación de Arnulfo Romero y 2018 fue canonizado; desde entonces es considerado un santo, el primero de El Salvador.
Fuente: ‘Un Agujero de Cinco Milímetros’ de Carlos Dada y Radiografía de El Salvador por la BBC Mundo Fotografías: Eulalio Pérez y El Faro. Audios: Joseph Valle y El Faro Radio
Saludos. Escribo columnas de opinión asemejando el género salsa a temas coyunturales. Me gustaría poder escribir en su pagina. @dondelasalsa quedó atento.
ResponderBorrar